FASES DE LA LUNA 2020

FASES MOON

Las lunaciones, es decir las fases de la Luna nos indican diferentes posibilidades en nuestra vida diaria, tales como, salud, trabajo, amor, etc. Cualquier cosa que se quiera empezar, será más o menos favorable si se inicia o se realiza según en qué fase de la Luna se comience. Cada mes hay una Luna nueva y una Luna llena en el mismo signo, en el año tenemos doce, y a veces trece lunaciones. También es válido para las reuniones y entrevistas, aunque en este caso, además de la Luna conviene saber si el planeta Mercurio (planeta de la comunicación) está directo o retrógrado en ese momento. Estas son algunas pautas para que saquéis el máximo provecho de la energía lunar. Las fases de la Luna son: Luna nueva, Cuarto creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante.

Cuando el Sol y la Luna se encuentran en el mismo grado del mismo signo, decimos que hay una Luna Nueva y se llama Conjunción. Con la Luna Nueva tenemos una nueva posibilidad, un potencial para hacer algo nuevo, se la podría considerar la siembra, marca el comportamiento de nuevas acciones. Durante la Luna Nueva las fuerzas materiales son más débiles. Con la Luna Nueva suelen nacer más niños que niñas.

Cuando la Luna está en el primer cuarto, a una distancia de 90 grados del Sol (Cuadratura) es decir va de la Luna Nueva a la Luna Llena, está en Cuarto Creciente. Todo crece más y más rápido, así que es un buen momento para cortarse el pelo siempre y cuando queramos que nuestro pelo crezca rápidamente. En esta fase de la Luna es cuando los estimulantes producen su máximo efecto y los sedantes el mínimo, por lo que debemos disminuir la dosis de los primeros y aumentar los segundos. Es un buen momento para cuidar y abonar las plantas.

Cuando se encuentran enfrentados el Sol y la Luna entre signos opuestos, (Oposición), es decir, están a una distancia de 180 grados hablamos de una Luna Llena. Es un momento de máxima tensión; con la Luna Llena, todo es en mucha más cantidad, los huesos están llenos de tuétano, las mareas están altas, las ostras están más llenas, las fiebres son más altas, más cantidad de sangre, etc. En esta fase habrá más hemorragias, así, es aconsejable evitar las extracciones dentales y las cirugías. Es un momento de mucha fuerza que podemos utilizar para el cambio y finalización de situaciones que nos incomodan. Con la Luna Llena suelen nacer más niñas que niños.

Cuando la Luna está en el último cuarto (Cuadratura con el Sol) es decir va de la Luna Llena va a la Luna Nueva, está en Cuarto Menguante. Todo es más lento, es un buen momento para cortarse el pelo siempre y cuando queramos que nuestro pelo se mantenga corto y, también es el momento de depilarse ya que se retrasa el crecimiento. La Luna menguante da poco de todo, poca sangre, poco tuétano etc. Los días en que la Luna está en Cuarto Menguante, son idóneos para los temas espirituales, es tiempo de expiación.

La Luna tiene una gran influencia sobre las personas desequilibradas, enfermos nerviosos, histéricos y nerviosos, ya que estos notan muchísimo los cambios de la Luna. Suelen estar especialmente intranquilos durante la plenitud de la Luna.

Hay aforismos sobre la salud y la Luna y, así, si es posible evitar, no deberíamos someternos a una intervención quirúrgica en una parte concreta del cuerpo cuando: La Luna por tránsito atraviesa el signo que gobierna la parte enferma y cuando la Luna por tránsito atraviesa el signo Ascendente de la persona enferma. La Luna tiene una mayor influencia sobre la salud en la mujer, así como el Sol la tiene sobre el hombre.

Ptolomeo dice: “no se rasgue con hierro la parte del cuerpo que esté gobernada por el signo que entonces ocupa la Luna”.

Tampoco es conveniente operar cuando el Sol esté en el signo que rija la parte del cuerpo que debe ser operada. En este caso es sencillo saber en qué signo está el Sol, porque coincide con el horóscopo, es decir, basta con mirar el artículo “de qué signo zodiacal soy”. El Sol está en Aries del 21 de marzo al 20 de abril, en Tauro del 21 de abril al 20 de mayo y, así sucesivamente con los demás signos. En cuanto a la Luna para saber en qué signo está debéis mirar un calendario lunar y tener en cuenta que la Luna permanece en un signo apenas poco más de dos días.

Siempre que sea posible, es conveniente someterse a una intervención quirúrgica cuando la Luna esté en Cuarto Creciente, porque las posibilidades de éxito y una recuperación rápida son mayores y con menos riesgo de complicaciones.

La Luna recorre el zodíaco en más o menos 28 días, así, la enfermedad alcanza un punto de variación cada 7 días. Empezando desde el lugar que ocupaba la Luna al principio de la enfermedad, se puede esperar un cambio al cabo de 7 días (cuadratura), a los 14 días (oposición) y a los 21 días (otra cuadratura). La enfermedad relacionada con la Luna es de naturaleza aguda y puede cambiarse dentro de los 28 días.

 

Estas son las regencias de los doce signos del zodíaco referentes a la salud:

Aries rige: la cabeza, el cerebro, el cráneo, los ojos, la cara, la mandíbula superior y las arterias carótidas internas.

Tauro rige la garganta, cuello, amígdalas y cuerdas vocales.

Géminis rige: los pulmones, bronquios, tráquea, la oxigenación de la sangre, brazos, manos y hombros.

Cáncer rige: el estómago, el diafragma, canal torácico, páncreas y la vesícula biliar.

Leo rige: el aparato cardiovascular en su totalidad: el corazón, ventrículos, válvulas, arterias, etc. y también el bazo y la espina dorsal.

Virgo rige: el sistema intestinal, el colon, el duodeno y la vesícula.

Libra rige: los riñones, las suprarrenales, la vejiga y la uretra.

Escorpio rige: los órganos reproductores, sus secreciones, el recto y también la nariz.

Sagitario rige: las caderas, los huesos pelvianos, los muslos y la metabolización de las grasas.

Capricornio rige: las rodillas, los meniscos, los tendones, las articulaciones, la piel y el cabello.

Acuario rige: los tobillos, la tibia, el peroné‚ y todo lo relacionado a la energía nerviosa del cuerpo.

Piscis rige: los pies, incluyendo sus dedos, ligamentos y músculos, el sistema linfático y el reino de la psiquis humana.

Lunaciones del año 2020:

Cuarto creciente miércoles, 1 de enero de 2020
Luna llena jueves, 9 de enero de 2020
Cuarto menguante jueves, 16 de enero de 2020
Luna nueva viernes, 24 de enero de 2020
Cuarto creciente viernes, 31 de enero de 2020

 

Luna llena sábado, 8 de febrero de 2020
Cuarto menguante sábado, 15 de febrero de 2020
Luna nueva domingo, 23 de febrero de 2020

 

 

Cuarto creciente domingo, 1 de marzo de 2020
Luna llena lunes, 9 de marzo de 2020
Cuarto menguante lunes, 16 de marzo de 2020
Luna nueva martes, 24 de marzo de 2020
Cuarto creciente martes, 31 de marzo de 2020

 

 

Luna llena miércoles, 8 de abril de 2020
Cuarto menguante miércoles, 15 de abril de 2020
Luna nueva jueves, 23 de abril de 2020
Cuarto creciente jueves, 30 de abril de 2020

 

 

Luna llena jueves, 7 de mayo de 2020
Cuarto menguante jueves, 14 de mayo de 2020
Luna nueva viernes, 22 de mayo de 2020
Cuarto creciente viernes, 29 de mayo de 2020

 

 

Luna llena sábado, 6 de junio de 2020
Cuarto menguante sábado, 13 de junio de 2020
Luna nueva domingo, 21 de junio de 2020
Cuarto creciente domingo, 28 de junio de 2020

 

 

Luna llena domingo, 5 de julio de 2020
Cuarto menguante domingo, 12 de julio de 2020
Luna nueva lunes, 20 de julio de 2020
Cuarto creciente lunes, 27 de julio de 2020

 

 

Luna llena martes, 4 de agosto de 2020
Cuarto menguante martes, 11 de agosto de 2020
Luna nueva miércoles, 19 de agosto de 2020
Cuarto creciente miércoles, 26 de agosto de 2020

 

 

Luna llena jueves, 3 de septiembre de 2020
Cuarto menguante jueves, 10 de septiembre de 2020
Luna nueva viernes, 18 de septiembre de 2020
Cuarto creciente viernes, 25 de septiembre de 2020

 

 

Luna llena viernes, 2 de octubre de 2020
Cuarto menguante viernes, 9 de octubre de 2020
Luna nueva sábado, 17 de octubre de 2020
Cuarto creciente sábado, 24 de octubre de 2020

 

 

Luna llena domingo, 1 de noviembre de 2020
Cuarto menguante domingo, 8 de noviembre de 2020
Luna nueva lunes, 16 de noviembre de 2020
Cuarto creciente lunes, 23 de noviembre de 2020

 

 

Cuarto menguante lunes, 7 de diciembre de 2020
Luna nueva martes, 15 de diciembre de 2020
Cuarto creciente martes, 22 de diciembre de 2020
Luna llena miércoles, 30 de diciembre de 2020

ALEGORÍA DE LOS SIGNOS

Y fue por la mañana cuando Dios se encontró ante sus doce hijos y plantó la semilla de la vida humana en cada uno de ellos. Uno a uno, cada hijo se adelantó para recibir el don concedido.

A ti Aries, te concedo mi semilla el primero, para que tengas el honor de plantarla. Que por cada semilla que plantes un millón más se multiplique en tu mano. No tendrás tiempo para ver crecer la semilla, pues cada cosa que plantes creará más que tendrá que ser plantado. Serás el primero en penetrar en el terreno de las mentes humanas con mi idea. Pero tu trabajo no consiste en alimentar la idea ni en cuestionarla. Tu vida es acción, y la única acción que yo te adscribo es la de empezar a hacer que los hombres cobren conciencia de mi creación. En compensación por tu buen trabajo, te concedo la virtud de la autoestima.

A ti Tauro, te concedo el poder de convertir la semilla en sustancia. Tu trabajo es grande y requiere paciencia, pues debes terminar todo aquello que haya sido empezado, para que las semillas no se pierdan en el viento. Ni te cuestionarás ni cambiarás de idea en medio de tu trabajo, ni dependerás de otros para hacer lo que te pido que hagas. A cambio, te concedo el don de la fortaleza. Utilízala sabiamente.

A  ti  Géminis,  te entrego las cuestiones sin respuestas, para que puedas aportar a todos una comprensión de lo que el hombre ve a su alrededor. Nunca sabrás por qué los hombres hablan o escuchan, pero en tu búsqueda de las respuestas hallarás el don, que te concedo, del conocimiento.

A ti, Cáncer, te adscribo la tarea de enseñarles a los hombres lo que es la emoción. La idea que tengo sobre ti es que les hagas reír y llorar, de modo que todos ellos vean y piensen que la plenitud se desarrolla desde el interior. A cambio te concedo el don de la familia, para que tu plenitud pueda multiplicarse.

A ti, Leo, te encargo la tarea de desplegar mi creación, en toda su brillantez, ante el mundo. Pero debes llevar cuidado con el orgullo y recordar siempre que se trata de mi creación, y no de la tuya. Porque si olvidas eso, los hombres se burlarán de ti. Hay mucha alegría en el trabajo que te encargo si sabes hacerlo bien. A cambio te concedo el don del honor.

A ti, Virgo, te pido que examines todo aquello que ha hecho el hombre con mi creación. Tienes que escudriñar agudamente sus formas y recordarles sus errores, de tal modo que, a través de ti, se pueda perfeccionar mi creación. A cambio de ello te concedo el don de la pureza de pensamiento.

A ti, Libra, te encargo la misión del servicio, para que el hombre sea consciente de sus deberes para con otros. Para que sepa lo que es la cooperación así como la habilidad para reflejar el otro lado de sus acciones. Te situaré allí donde haya desacuerdo y recompensaré tus esfuerzos con el don del amor.

A ti, Escorpio, te encargo una tarea muy difícil. Tendrás la habilidad de conocer las mentes de los hombres, pero no te permito hablar sobre aquello que hayas aprendido. En muchas ocasiones sentirás dolor por lo que ves, y en tu dolor te alejarás de mí, y olvidarás que no soy yo, sino la perversión de mi idea lo que está causando tu dolor. Verás tanto del hombre que llegarás a conocerlo como un animal, y lucharás tanto con sus instintos animales existentes en ti mismo, que perderás tu camino; pero cuando finalmente regreses a mí, Escorpio, te concederé el don supremo de la firmeza.

A ti, Sagitario, te pido que hagas reír a los hombres porque, como consecuencia de su mala interpretación de mi idea, se sentirán amargados. Gracias a la risa darás esperanza al hombre, y gracias a la esperanza ellos volverán sus ojos hacia mí. Tocarás muchas vidas, aunque sólo sea por breves instantes, y conocerás la inquietud en cada una de las vidas que toques. A ti, Sagitario, te concedo el don de la abundancia infinita, para que puedas extenderla con la suficiente amplitud como para alcanzar cada rincón de oscuridad llevando la luz a él.

A ti, Capricornio, te pido la herramienta de tu frente, para que puedas enseñar a los hombres a trabajar. Tu tarea no es fácil, pues tendrás la sensación de que todos los trabajos de los hombres descansan sobre tus hombros; pero a cambio del yugo de tus cargas, pongo en tus manos la responsabilidad del hombre.

A ti, Acuario,  te entrego el concepto del futuro, para que el hombre pueda ver otras posibilidades. Tendrás que sufrir el dolor de la soledad, pues no te permito que personalices mi amor. Pero a cambio de abrir los ojos de los hombres a nuevas posibilidades, te entrego el don de la libertad, para que con ella puedas seguir sirviendo a la humanidad cada vez que ésta lo necesite así…

A ti, Piscis, te encargo la tarea más difícil de todas. Te pido que recojas todas las penas de los hombres y me las devuelvas a mí. Tus lágrimas serán, en último término, mis propias lágrimas.  La pena que absorberás será el efecto de la mala interpretación que pueda hacer el hombre de mi idea, pero tú le ofrecerás la compasión suficiente como para que él vuelva a intentarlo. A cambio de ésta, la tarea más difícil de todas, te concedo también el mayor don de todos. Serás el único de entre mis doce hijos en comprenderme. Pero este don de la comprensión sólo es para ti, Piscis, porque cuando intentes comunicarlo al hombre, éste no te escuchará.

Después Dios dijo: Cada uno de vosotros participáis de una parte de mi idea. No debéis confundir esa parte con la totalidad de mi idea, ni tampoco debéis desear intercambiar partes entre vosotros. Porque cada uno de vosotros es perfecto, pero eso es algo que no sabréis hasta que los doce seáis uno solo. Porque sólo entonces se os revelará la totalidad de mi idea a cada uno de vosotros. Y los hijos se marcharon, cada uno decidido a hacer su trabajo lo mejor posible para poder recibir así su don. Pero ninguno de ellos comprendió por completo ni la tarea a realizar ni el don a recibir, y cuando, extrañados, regresaron, Dios dijo: Cada uno de vosotros creéis que los dones de los demás son mejores, en consecuencia, os permitiré cambiar. Y, por el momento, cada hijo se regocijó al considerar todas las posibilidades de su nueva misión.

Pero Dios sonrió y dijo: Regresareis a mí muchas veces, pidiéndome que os alivie de vuestra misión y en cada ocasión yo os garantizaré el cumplimiento de vuestro deseo. Pasaréis por incontables encarnaciones antes de completar la misión original que os he prescrito. Os concedo un tiempo incontable para hacerlo, pero sólo cuando esté hecha podréis estar conmigo.

Las experiencias de la vida se superponen unas a otras como el juego de los colores en una alfombra finamente tejida. Cada pensamiento que aparece en un primer plano procede del fondo, y volverá de nuevo al fondo. La superposición de los sueños, las ideas y las acciones parece interminable; a veces, incluso, puede parecer sin sentido alguno. Y, sin embargo, cada una de ellas forma parte de la fibra con la que se teje el hilo de la vida.

 

Cuando el hombre pueda ver y comprender sus ideas, así como las circunstancias que se producen en su vida como parte del hilo que únicamente él está tejiendo, empezará a desarrollar desde su interior la sustancia que le hace ser real desde el exterior. En lugar de ver la vida como una colección de coincidencias no relacionadas entre sí, el hombre puede elevarse un poco más con el conocimiento de que todo aquello a lo que aspira ya lo fue… y mucho más. Todo lo que tiene que hacer es encontrarse a sí mismo.

Nodos Lunares y Reencarnación (Martín Schulman)

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