(Cap. 29) CUADRANTES

El círculo de 360º de una Carta Astral además de en las doce Casas se divide en cuatro Cuadrantes; cada cuadrante nos da una idea de cómo reacciona la persona ante la vida. Si encontramos varios planetas en el primer Cuadrante nos indica interpretaciones diferentes que si los encontramos en el segundo, tercero o cuarto Cuadrante. Cuando encontramos varios planetas en un determinado cuadrante se dice que el cuadrante en cuestión está enfatizado y, la concentración de cinco o más planetas se denomina Stellium.

El primer Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Norte y Oriental, comienza en la cúspide de la Casa I y termina en la Casa IV.

El segundo Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Norte y Occidental, comienza en la cúspide de la Casa IV y termina en la Casa VII.

El tercer Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Sur y Occidental, comienza en la cúspide de la Casa VII y termina en la Casa X.

El cuarto Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Sur y Oriental, comienza en la cúspide de la Casa X y termina en la Casa I.

 INTERPRETACIÓN:

 El primer Cuadrante: Cuando el primer cuadrante está enfatizado será interpretado como que la persona tiene un alto grado de preocupación por sí mismo. Se relaciona consigo mismo primariamente como una identidad independiente, está desconectado psicológicamente del entorno que le rodea. Procura  manejar su propia vida, lo que de una forma constructiva sugerirá confianza y seguridad en sí mismo.

Este cuadrante puede ser interpretado como un sector especializado de la vida que estimula un alto grado de preocupación por sí mismo e implicación personal. Cuando este cuadrante está más enfatizado que los demás, el individuo se relaciona consigo mismo primariamente como identidad independiente, pero un tanto desconectado psicológicamente del entorno más grande que le rodea. Intenta manejar su propia vida, lo que constructivamente sugerirá confianza y seguridad en sí mismo. El elemento inicial es el Fuego y el elemento ausente el Agua, así sus intereses se centrarán exclusivamente en sí mismo, es por lo tanto una influencia egocéntrica. El agua es muy sensible a los procesos unificadores de la vida, es un elemento universal socialmente colectivo, su ausencia sugiere que la psicología básica de este cuadrante enfatiza la auto confianza, no la dependencia.

Si los signos y los planetas de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) (Luna, Neptuno, Plutón) se encuentran aquí indicarán que el individuo se apoya a sí mismo y primero nutre y protege sus propias necesidades en vez de las de los demás. En general el primer cuadrante es más reactivo que reflexivo.

El segundo Cuadrante: Cuando el segundo cuadrante está enfatizado será interpretado como que la persona aún se centra en experiencias internas y personales, su seguridad interior sigue siendo importante, sin embargo al estar relacionado con el Hemisferio Occidental la persona empezará a sentirse impulsada hacia una participación más activa. Las circunstancias de los demás le afectarán profundamente, más que al tipo inmune del primer cuadrante. Su motivación es hallar seguridad personal a través de las relaciones, tenderá a crear fuertes vínculos subjetivos con los demás, lo que le hace más vulnerable a los sentimientos y actitudes de las otra personas. Aunque esto no  siempre será visible externamente, especialmente si el Hemisferio Norte también está enfatizado. Es menos probable que coloree sus relaciones según sus necesidades personales, ya que los planetas por encima del horizonte hacen a la persona más objetiva en su evaluación de los demás. El segundo cuadrante necesita la respuesta de otros y no puede vivir en el vacío. El elemento inicial es el Agua y el elemento ausente es el Aire. El único elemento no representado es el Aire, que es el de participación social y la objetividad mental; si este Cuadrante está enfatizado, la persona estará más regido por el corazón que por la cabeza.

El tercer Cuadrante: Cuando el tercer cuadrante está enfatizado será interpretado como que la persona tendrá una implicación en los objetivos sociales y en los asuntos externos del mundo; aquí sentirá que las necesidades colectivas priman sobre las necesidades privadas. El Hemisferio Occidental exige compartir experiencias con los otros, además de ajustes y compromisos hechos con el propósito de unir, y no sólo para alcanzar un logro. Las relaciones en su acepción más amplia llaman su atención, especialmente cuando también está enfatizado el Hemisferio Sur. Es más mundano de los cuadrantes, la persona suele concentrarse en su relación con las realidades objetivas del medio ambiente. Es el único cuadrante en que no se realza el contacto con uno mismo, especialmente si la mayoría de los planetas se ubican por encima del horizonte en el Hemisferio Sur. La persona será menos impersonal en su aproximación a la vida si el Hemisferio Occidental está enfatizado, ya que los planetas por debajo del horizonte señalan necesidades de seguridad personal que requieren de una atención solícita. La desventaja de tener enfatizado este Cuadrante podría ser que la persona se implique tanto en las necesidades de los demás que no encuentre tiempo para sí mismo particularmente si los planetas de este cuadrante caen en las casa gregarias VII y IX. Sin embargo dado que este sector contiene a la Casa VIII, la transformación interior de los valores será necesaria para crecer. Esto tendrá lugar a través de una lucha interior que les llevará a enfrentarse con las exigencias de la marcha social que haya puesto en movimiento.

El elemento básico es el Aire y el ausente es la Tierra. El aire es el elemento que indica una perspectiva social clara y la habilidad para establecer proyectos amplios, aunque abstractos, para el progreso ideal colectivo. Es el elemento de la libertad y la propagación, busca funcionar a niveles mentales expansivos que reúnan a una multiplicidad de actividades e intereses.

Una mayoría de planetas aquí (en especial los de aire, como Mercurio, Venus y Urano) describirá a una persona que desea hacer progresar a su comunidad y tomar conciencia de la variedad de intercambios que tienen lugar a su alrededor.

El único elemento que no está presente es la Tierra, que simboliza la forma, la estructura, la consolidación y la realidad práctica. Su falta indica que una persona con énfasis en este cuadrante necesitará aproximarse a sus ideales sociales de manera más práctica y terrenal. Aunque los potenciales de la sociedad le interesan, deberá ser más metódico en su aproximación y aceptar la rutina. Si desea triunfar, deberá tener ambiciones razonables y realistas. La falta de Tierra, significa también que el individuo no se halla bien enraizado consigo mismo y le resulta difícil resistir las presiones y exigencias del medio externo.

Los planetas que estén en el tercer cuadrante son las cosas que van a ir desapareciendo de la vida del sujeto.

El cuarto Cuadrante: Cuando el cuarto cuadrante está enfatizado (estar implícito el Hemisferio Oriental) será interpretado como que la persona vuelve a centrarse en la autodeterminación y en la preocupación por controlar y dirigir personalmente los asuntos de la vida. Sin embargo, debido a la influencia añadida del Hemisferio Sur, la persona hará grandes esfuerzos personales para contribuir con algo de valor universal al mundo, pero incluso cuando apoye una causa social o un ideal colectivo, la persona todavía será capaz de mantener su identidad personal intacta (a diferencia del tipo del tercer cuadrante), especialmente cuando un cuarto cuadrante enfatizado se combina con un Hemisferio Oriental importante.

Cada cuadrante forma la mitad de dos Hemisferios interconectados, la expresión de un cuadrante se matiza de un modo u otro según cual de los dos Hemisferios domine. Un cuarto cuadrante enfatizado con un Hemisferio Sur dominante señala a un individuo que persigue sus aspiraciones mundanas de forma menos independiente, y se compromete más con los demás para lograr manifestar su visión social. Con un cuarto cuadrante enfatizado, la persona tiende a identificarse personalmente con actividades más importantes que las cotidianas. Quiere sentir que funciona a gran escala en el medio externo y a menudo en un campo relacionado con el servicio público o social.

El elemento básico es la Tierra y el ausente es el Fuego. La Tierra es un elemento interesado en la productividad y en la seguridad  duradera. Desea que sus esfuerzos se conviertan en una realidad concreta, y se siente impulsado a construir y a preservar marcos organizados en la sociedad que sean duraderos y operacionales, lo suficiente como para soportar la prueba del tiempo.

Una mayoría de planetas ubicados aquí (especialmente el terrenal Saturno) indicarán que el individuo quiere arraigarse con seguridad en los asuntos mundanos a través de esfuerzos personales que puedan influenciar al bienestar de la masa. Pero cuando no ha intervenido personalmente, se opondrá a ese desarrollo mundano. No le preocupará demasiado lo que los demás opinen sobre sus actividades, podrá prescindir de la aprobación y de la aceptación ajenas tan necesarias para los individuos del Tercer cuadrante (ya que su sentido de identidad estará mejor preservado).

Muchos planetas ubicados aquí y en aspecto difícil pueden indicar a una persona personalmente separativa en sus esfuerzos por impactar al mundo, debido a su falta de cooperación. Esta persona intentará imponer sus exigencias sobre los demás por el bien de un ideal, esperando que le ayuden a ampliar la influencia de sus intereses personales sin alterar sus planes ni hacerse cargo parcial de los mismos. El único elemento no representado es el Fuego, aunque motivado por impulsos y necesidades esencialmente personales (ya que es un cuadrante del Hemisferio Oriental), el individuo expresará paradójicamente su falta de fuego a través de su incapacidad para verse a sí mismo como una identidad separada pero con su aproximación al mundo propia y personal. Iniciará actividades para los demás y es posible que también las dirija, pero sólo se esforzará activamente cuando sus acciones sean estimadas por el apoyo colectivo. Le resultará difícil reconocer su obstinación, ya que a menudo actúa en beneficio de los otros de manera aparentemente altruista y humana.

Primer cuadrante: mientras transita el planeta, es para aprender y establecer bases para utilizarlo.

Segundo cuadrante: capacidad para utilizarlo.

Tercer cuadrante: sería para la exposición, tendencia a asociaciones.

Cuarto cuadrante: la recompensa.

(Cap. 28) RELACIÓN ESPIRITUAL ENTRE LOS ASTROS

Los planetas son seres vivientes y, como tales tienen entre ellos unas relaciones muy peculiares.

El Sol es el rey de los astros, tiene a Venus como amante y como consejero al sabio Júpiter, combate con el peleón Marte y con el viejo Saturno por el amor de Venus.

La Luna lanza su malicia sobre los planetas buenos y atiza el odio de los astros nefastos.

Mercurio es el que batalla para acrecentar el sortilegio nefasto de un astro maléfico cuando este está en conjunción o unión con él. Al contrario, da su poder benefactor generosamente para acrecentar el de un planeta benéfico.

Venus es la amante del Sol, pero flirtea con la Luna, Marte y Mercurio, siendo la encarnizada enemiga de Saturno.

Marte ama a Venus y se pelea con unos y con otros.

Júpiter, el coloso está perfectamente de acuerdo con todos los planetas; les concede su amistad pero lucha sin piedad cuando siente la influencia del dios de la guerra Marte.

Saturno ama a Marte y detesta cordialmente a los demás, pero por temor no se atreve a combatirlos y actúa disimuladamente sobre ellos.

Urano es el tolerante que busca la amistad de los planetas, respeta a todos aunque Saturno le resulta demasiado tradicional, ya que Urano siempre está a la última. No cabe duda de que Urano, planeta de la mente intuitiva se siente algo incómodo ante las profundas aguas del subconsciente de Neptuno.

Neptuno, es un planeta retraído y raro, ya que pone toda su energía en el mundo interno, íntimo y espiritual, lo que hace que esté absorto y sea poco sociable. Tiene bastante afinidad por Plutón porque éste último gasta buena parte de su fuerza en su desarrollo interno. Aún siendo Neptuno pacífico y moldeable a veces le molesta la alegría de Venus y Júpiter.

Plutón es muy independiente, va a lo suyo sin meterse con ninguno mientras no entorpezcan su desarrollo personal, aunque es cierto que le gusta la espiritualidad activa y por ello piensa que Neptuno y la Luna son demasiado santurrones. Pero también es cierto que hasta que Marte no le toca no actúa de manera drástica, Plutón no hace nada sin Marte.

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