(Cap. 47) SIGNIFICADO DE LOS PLANETAS EN LAS CASAS (SATURNO)

07 - SaturnoCada casa representa un área de la vida y, dependiendo de su posición, las energías de cada planeta se manifestarán principalmente a través de las circunstancias de la vida representadas por dicha casa. Para saber qué signo corresponde a cada casa tendremos que saber la hora de nuestro nacimiento, de no ser así, no podremos saber con exactitud la posición de los planetas en las casas.

El nativo que tenga a Saturno en Casa I tendrá una maravillosa capacidad para trabajar, nunca parecerá cansarse y, poseerá una infinita confianza en sí mismo. Si este planeta estuviera bien aspectado, es un signo de fortuna, pues no importa de qué modo pueda estar estorbada al empezar su vida; el éxito final estará asegurado por medio de la paciencia, persistencia y el dominio de sí mismo. Será de naturaleza realista y calculadora que se cristaliza en una personalidad austera. Aprender a tener paciencia y autocontrol motivado por las circunstancias que le rodean, es la clave para encauzar sus iniciativas. Tendrán suspicacia y recelo hacia las personas que ejercen autoridad. Serán resistentes frente a las circunstancias adversas emanadas de la disciplina que mantiene en su vida. La Casa I, es la menos formada de un tema natal porque más que ningún otro aspecto, está en proceso de crecimiento. Una de las principales cualidades que acompaña a Saturno en Aries o en Casa I es una falta (positiva) de imposición de uno mismo sobre los demás. Darán mucha importancia a su cuerpo. Saturno en conjunción con el Ascendente suele darse en nacimientos difíciles, por lo general físicamente aunque a veces también psicológicamente, esta curiosa coincidencia suele ser real. Es lógico suponer que el rechazo natural de la persona con Saturno en la Casa I a exponerse al mundo exterior se pueda extender al nacimiento. Puede que pase parte de su vida estudiando maneras de protegerse para que no se descubra su grado de vulnerabilidad. Suelen ser bastante suspicaz y con poca confianza en sí mismos y, al desconfiar de los demás, constituye una barrera invisible pero muy poderosa que les aísla del impacto de la vida real. Algunos pueden padecer enfermedades crónicas, especialmente de niños, que todavía no han aprendido otros medios para quedarse en la retaguardia. Lo que más desean estos nativos en este mundo es alcanzar la felicidad de ser libre, de ser el primero, de explorar las regiones ignotas, desafiar lo desconocido y disfrutar de la percepción innata de que su propia existencia es suficiente garantía para su propósito.
La persona con Saturno en Aries o en Casa I es la que tiene más posibilidades de alcanzar este tipo de libertad si pone suficiente empeño. Suele haber dos tipos claros de reacción: la persona que se esconde constantemente para evitar la lucha y que rehúye las situaciones que exigen fuerza, agresividad o enfrentamiento directo, está expresando un tipo de reacción saturniana inconsciente. No suele enfadarse ni irritarse, pero puede afectar al cuerpo físico ya que la tendencia natural a la irritabilidad se dirige hacia uno mismo. Esta posición de Saturno suele coincidir con síntomas psicosomáticos tales como migrañas que suelen estar ligadas a frustración y enfados inexpresados. Suelen poner mucho énfasis en no ser “egoísta”, un tema favorito de Saturno en Aries o en Casa I. también suele sentir que nunca puede tener lo que quiere, que la vida le frustra sus deseos constantemente. En gran parte, esto se debe a que no pide lo que quiere, pero si lo pide, es con una sensación de que no se lo merece. (Estos nativos tienen una voluntad poderosa y controlada, si es que desea reconocerla y utilizarla)
Saturno en la Casa de la identidad está profundamente relacionado con la búsqueda, que puede desembocar en un mayor conocimiento, integración y un uso más efectivo de la voluntad.

Si este planeta es débil o está afligido, hará a la persona tímida y adversa para ocupar puestos de responsabilidad propia. Tendrá un temperamento suspicaz, reservado y desconfiado de las demás personas, con una disposición melancólica e inclinada a buscar la soledad. Es un signo adverso para la salud de los primeros años, sufrirá heridas en la cabeza y resfriados. Si estuviera en Escorpio, padecerá estreñimiento, en Leo, circulación pobre, en Cáncer, digestiones difíciles, en Libra, obstrucción de los riñones, cálculos renales y otras dificultades urinarias y así en los demás signos.

El nativo que tenga a Saturno en Casa II tendrá prudencia y ponderación frente a las contingencias materiales, su mesura en la toma de decisiones económicas le dará estabilidad material por su gran sentido práctico al enfrentarse a los asuntos financieros. Será una persona con gran determinación para conseguir sus metas, con un amor propio y fuerza de voluntad acusada, que en más de una ocasión se manifestará como cegadora obstinación. Será persona ahorradora por el miedo a la pobreza, de hecho, suelen tener tanto miedo a perder lo que tiene, que puede no disfrutar plenamente de lo que posea. Las pérdidas le aterrorizan y, de tanto pensar en ellas, será fácil que las atraiga. Esta posición de Saturno es común es en frecuente en casos de una infancia con falta de lujo material e, incluso en ocasiones con apuros económicos. Otra lectura de esta posición sería la opuesta, aunque idéntica en el fondo. Sería una persona con una infancia plenamente satisfactoria en el plano material y que, no obstante puede verse privada de otro tipo de posesiones, de una escala de valores internos y de mérito personal. Será una persona que se juzgará a sí mismo y a los demás por lo que tiene, no por lo que son. Para un nativo poco evolucionado, esta posición le hará pensar que el fin justifica los medios y será así presa de una evidente avaricia y codicia. Saturno bien aspectado en su signo de exaltación, Libra, puede recibir dinero por medio de sus antepasados; algunos financieros más ricos del mundo tienen esta posición. Si este planeta es débil o está afligido, tienen muchas probabilidades de que su vida será pasada en la pobreza.

El nativo que tenga a Saturno en Casa III le dará tacto, diplomacia, justicia, honradez, inteligencia con una excelente capacidad de concentración y todas las virtudes saturninas de la mente. Su mente se concentra en el estudio de cosas útiles y serias; todo lo científico atraerá sus cualidades intelectuales. Su objetividad mental le convertirá en una persona juiciosa e imparcial cuando deba dirimir debates dialécticos y en todo lo que hable o escriba habrá sobriedad y honestidad. Es posible que goce de dones mentales poco comunes, concentración y profundidad de pensamiento, pero le resultará enormemente difícil participar en conversaciones triviales, porque para este nativo la conversación debe contener elementos serios y de interés y, puede que se convierta en un ser pedante tanto al hablar como al escribir, puesto que Saturno desprecia la superficialidad. A menudo esta posición coincide con un miedo a todo lo nuevo, no experimentado, irracional o incontrolable. Muchos nativos con este planeta en Casa 3, se verán sometidos a parones en su desarrollo educativo por motivos profesionales. Por ser el primer signo de aire, representa al intelecto haciendo su propio ejercicio, refleja la incapacidad de que el intelecto respire libremente. Es común en esta posición encontrarnos con una persona que no pueda tener una educación de pequeño o que, si no, fue limitada y restrictiva. También es frecuente el hijo único que no tiene comunicación ni relación con los de su edad y más tarde se encuentra sin poder comunicarse espontáneamente. A menudo con este aspecto, existe un miedo detrás de esta parálisis de la mente. Es posible que los demás piensen que el niño es tonto porque no habla o quizás le critiquen siempre que hable y, así se acostumbra a guardar sus pensamientos para sí. Los defectos y dificultades en el habla suelen ocurrir con Saturno en Casa III, suelen ser funcionales y estar provocados por el miedo y la inseguridad, como por ejemplo la tartamudez. Si este planeta está afligido, indicará disgustos con los hermanos, peligros al viajar, contradicciones y obstáculos para obtener una educación; también llenará la mente de este nativo de pensamientos melancólicos, de preocupaciones y de desalientos en general.

El nativo que tenga a Saturno en Casa IV sus afectos íntimos podrá atraer frustraciones en su infancia, debido a esto, construirá una capa protectora de distanciamiento para que no se le dañe, la melancolía será la compañera de su soledad. Su herencia familiar estará llena de seriedad o austeridad y se verá sometida a una norma moral estricta. La rigidez e intolerancia de uno de los padres marcará restrictivamente su comportamiento en la casa paterna, de hecho, indicaría posibles problemas de algún tipo con la madre. La Casa 4 corresponde a Cáncer y la Luna, es el área de la infancia, el origen, la familia y las raíces. Al ser la base de la carta Astral, representa la base de la persona, tanto literalmente (en términos del hogar de donde procede) como simbólicamente por lo que se refiere a su sensación de seguridad y protección. La lectura más habitual de un Saturno en Cáncer o Casa 4, es que se viva una infancia fría, un hogar limitador, poco compasivo, en el que se sientan separados o aislado. De ser así, aportará una gran inestabilidad emocional y un claro sentimiento de no haber sido amado ni querido. Es posible que el nativo no sea consciente de ello, pero resultará claro para un observador receptivo. Ello se traducirá en un resentimiento generalizado hacia los hombres, ya que el padre es el primer hombre o símbolo de la masculinidad para el niño. El planeta Saturno en Casa IV (en menor grado en Cáncer, ya que su influencia parece ser más obvia en las Casas que en los signos) puede dirigir la vida con una mano de hierro, aunque invisible, socavando el sentido de valía personal y haciendo cada vez más difícil que esta persona tenga contactos emocionales íntimos. Sentirá necesidad de acumular tierras o casas. Este planeta en Casa IV bien aspectado indica ganancias por medio de herencias, éxito en inversiones y una gran capacidad para administrar casas y tierras agrícolas. El éxito para estos nativos aumentará conforme la vida avanza. Si este planeta está afligido, puede significar la muerte prematura de uno de los padres, desarmonía, disgustos en el hogar y pérdidas de propiedades con la consiguiente pobreza. Este planeta en esta posición tanto bien como mal aspectada, suele hacer a la persona un recluso en los últimos años de su vida, tanto por voluntad propia como impuesta.

El nativo que tenga a Saturno en Casa V deseará tener el poder y autoridad en sus relaciones sentimentales, tendrá voluntad de resistencia y tenacidad para enfrentarse a las crisis afectivas y cuando su afianzamiento amoroso sea conseguido, adoptará una actitud de retraimiento y austeridad pasional. De hecho, raramente llegará a exteriorizar sus sentimientos totalmente. Podría negarse el amor a sí mismo. Su honor y orgullo podrían implicar auto restricción. Preferirá la solidez, al riesgo en sus especulaciones. Su creatividad se desarrollará en soledad y por lo general le costará encontrarse con sus propias creaciones porque ha tenido un reconocimiento mínimo de los demás. Esta es la típica inclinación del niño falto de cariño, ignorado o tratado como una mera extensión de sus padres, cuya identidad ha sido absorbida por las trampas de lo que se suele entender por amor entre padres e hijos. Debido a que nunca sienten que los demás reconocen sus valores, al cabo de los años le costará bastante reconocerlos en ellos mismos y percibir el sentido de su existencia. El niño con esta posición deberá pagar más tarde, el precio de un profundo sentimiento de inadecuación e insignificancia a pesar de los dones o habilidades que pueda poseer. Aparte de la esterilidad que indica este aspecto, muchos de estos nativos sentirán rechazo, además de la imposibilidad de tener hijos, viviendo situaciones en que los hijos le resulten una carga de responsabilidades o le produzcan sufrimiento. Saturno en esta Casa puede aportar rigidez y falta de espontaneidad. Este planeta bien aspectado por el Sol o Júpiter, le dará la oportunidad de ser elegido para algún cargo público y favorecerá los asuntos de cosas regidas por Saturno, casas, tierras, minas…
Si este planeta estuviera afligido, indica disgustos, contrariedades y demoras en sus relaciones, particularmente durante los primeros años, o bien que sus afecciones están centradas sobre alguien de mucha más edad. También disminuye el número de hijos y/o probable muerte de alguno, así como que éstos ocasionarán al nativo una gran cantidad de sufrimiento. De cualquier manera, si tienen hijos, suelen ser una decepción. La envidia es típica de esta posición porque suelen ser egoístas, con gran necesidad de sentirse admirado, envidiado y reconocido. No resulta fácil amar a una persona con Saturno en Casa V porque es como un pozo sin fondo que no para de absorber atención y afecto sin llegar a sentirse satisfecho.

El nativo que tenga a Saturno en Casa VI le encantará expresarse en trabajos de precisión, sus prestaciones laborales estarán llenas de orden y análisis. Su constante crítica le inclinará al rigor en sus servicios, y así, su atención, prudencia y previsión cortarán en todo lo posible la intervención del azar. La regularidad y la paciencia serán su fuerza laboral y estará dispuesto a cargar con los deberes de otros motivado por su necesidad de eficiencia. Tendrá la habilidad de manejar a sus empleados y a los trabajadores en general de la manera más eficaz. Generalmente el planeta Saturno en esta casa suele implicar un estado de incomodidad, frustración, enfermedad y limitación en su situación laboral. Además de dar una niñez con una disciplina o rutina fuerte y estructurada y un exagerado al amor al trabajo, la rutina y el orden. Su rectitud moral marcará distancias en su experiencia cotidiana. Este nativo tendrá gran capacidad administrativa o de organización y a menudo un auténtico poder curativo. La desintegración mental o física podrá representar una profunda ansiedad y estará ligada a trastornos tanto físicos como mentales. Su reto será integrarse en su mundo y en su cuerpo ya que se encontrará justo entre los dos, un ejemplo sería que este nativo no puede soportar su trabajo pero no puede dejarlo. Uno de los mayores encantos del signo de Virgo, la humildad, estará ausente cuando Saturno se encuentra en la Casa VI. Si este planeta estuviera afligido, indicará que este nativo sufrirá muchas enfermedades durante su vida y si estuviera en un signo débil como Virgo, podría llegar a ser un inválido crónico, puesto que las fuerzas recuperadoras son pobres. La naturaleza de la enfermedad, dependerá principalmente del signo que esté sobre la cúspide de la Casa sexta o sobre la duodécima, aunque generalmente se presentarán muchas complicaciones. Para los nativos con Saturno está afligido en Casa VI, le será casi imposible conseguir una colocación, viéndose imposibilitados de ganarse un medio de vida cuando por su fortaleza podrían hacerlo. Su higiene personal no le preocupará en demasía.

El nativo que tenga a Saturno en Casa VII tendrá una actitud social reservada y distante, pero llena de cortesía y corrección. Gozará de un compañero de matrimonio dotado de las virtudes saturninas de castidad, discreción, tacto, discernimiento, prudencia y economía que le serán de gran ayuda para que este nativo pueda amasar fortunas, tanto sociales como financieras. Es una posición afortunada, salvo que este planeta en la Casa VII, tanto bien o mal aspectado, podría indicar la muerte prematura del compañero de matrimonio. Si estuviera afligido, denotaría un compañero frío, melancólico, desagradable y triste que será siempre obstructivo y refrenará al nativo; “no” será la palabra más frecuente. Indica también inconvenientes y pérdidas por medio de litigios, no debería nunca someter sus asuntos a que los diriman un juez o asociarse en negocios con otras personas, porque están propensas a ser traicionadas. Para este nativo, comprometerse, es sinónimo de responsabilizarse y, así, será muy probable que tenga un emparejamiento tardío. Será difícil que encuentre fácilmente la persona que busca. Esta Casa representa tanto las cualidades que se valoran en los demás y que se buscan en el compañero como las características de nuestros enemigos por las cuales nos sentimos amenazados. Así, con este aspecto, aparecen las situaciones matrimoniales que la persona tenderá a atraer y qué clase de compañero llegará a ser. Es muy posible que este nativo atraiga situaciones que impliquen un cierto dolor, aislamiento, rechazo y decepción hasta que empiece a orientarse hacia una búsqueda interna. La lectura más básica, sería la tristeza, dificultad o constricción en el matrimonio o relaciones íntimas. Generalmente, las desgracias parecen venir de la mano del destino y no parecen estar conectadas con ninguna falta del nativo. Todo parece ser por culpa del otro. Esta es la característica de los planetas en Casa VII, la buena o mala suerte, la felicidad o desgracia parecen venir a través del compañero o del contrincante. Otra lectura, sería que pueden encontrar un compañero más serio y mayor que, aunque estable y fiel y quizás económicamente solvente, enfriará y limitará la expresión del nativo porque no comprende o aprecia sus pensamientos o sueños. Además, puede depender por enfermedad o economía, convirtiéndose más en una responsabilidad que en una compañía. Este aspecto no implica siempre un fracaso matrimonial por culpa del compañero, pero a menudo puede parecerle así a la persona que proyecta su inaccesibilidad en los demás. Saturno en Casa VII está exaltado y tiene mucha fuerza.

El nativo que tenga a Saturno en Casa VIII le augura larga vida y la muerte por causa natural y, si está bien aspectado o está en cualquiera de sus signos, Capricornio o Libra, ganará por matrimonio o herencias. Tendrá valor y voluntad para enfrentarse a problemas tortuosos o difíciles de resolver, pero tendrá también inhibiciones emocionales como consecuencia de orgullos mal entendidos. Sentirá atracción por las cosas ocultas o misteriosas que tenderá a estructurar en jerarquías para asimilar mejor. La sagacidad y astucia estarán presentes en su psicología profesional. Le resultará difícil desprenderse de las cosas materiales. Si este planeta estuviera afligido, especialmente en los signos de Aries o Cáncer, sus asuntos financieros serán peores después del matrimonio y en cuanto a su salud, cabe esperar una debilidad crónica. Saturno en esta Casa puede representar tanto una muerte en edad avanzada o ausencia de herencias. Es común que nativos con planetas afligidos en esta Casa, se encontrarán sujetos a una difícil situación económica a causa de una ruptura de matrimonio o de problemas crónicos con socios que se aprovechan de él, produciendo cicatrices más profundas que en cualquier otra posición y las heridas tardan más en sanar.
En muchas ocasiones se ha descrito la progresión simbólica de la evolución del hombre desde Aries hasta Piscis. Existe una progresión similar dentro de los tres signos que pertenecen a un mismo elemento, en cuyo caso la progresión representa los niveles desarrollo en esa esfera de conciencia en particular.

El primer signo o Casa perteneciente a ese elemento es generalmente el de significado más claro y directo, y trata del desarrollo e integración de la personalidad individual.

El segundo signo denota un punto de crisis ya que, en este nivel, el individuo debe integrar su propia experiencia en el grupo al que pertenece.

El tercero y último signo o Casa se refieren a la unidad más amplia del grupo e infiere el propósito final del nivel de conciencia en particular simbolizado por dicho elemento. La Casa VIII trata principalmente del intercambio emotivo.
Muy a menudo, en esta casa existe la manifestación de una lucha que aparenta ser estrictamente material pero cuyo origen es, en realidad, emocional. En una gran cantidad de casos con Saturno en el signo de Escorpio o en la Casa VIII, los miedos y el sentimiento de incapacidad de la persona se manifiestan en el área de la expresión sexual. En un diálogo abierto, el tema del sexo sigue siendo tan delicado para la gente como lo era en el siglo XIX. Además, la incapacidad del hombre no es física, sino emotiva. Saturno en escorpio está a menudo ligado con la impotencia o frigidez, las cuales no son tampoco problemas físicos. Otra característica es que los demás les decepcionan emocionalmente y a menudo de una forma íntima y dolorosa. Existe un eslabón entre el padre y las energías sexuales, aunque puede ser algo muy sutil.

El nativo que tenga a Saturno en Casa IX tiene una espléndida posición para presidente de una corporación o colegio, juez o sacerdote. Le caracterizará franqueza y honestidad ética y una capacidad de concentración que rayará en la perfección. Probar las cosas en las que cree será su deber intelectual. Sus principios morales y creencias espirituales están conceptuados con arreglo a un código estructural, totalmente jerarquizado basado en el pragmatismo.
En esta casa y signo, Saturno tiñe pronunciadamente la visión que la persona tiene de la vida en general y su capacidad de encontrar una razón a su existencia. El tipo de dolor que acompaña a esta posición consiste en pérdida de la fe, lo que produce una búsqueda de nuevos valores morales y espirituales que pueden dar significado y estructura a la vida. La oportunidad que Saturno ofrece aquí parece ser una capacidad de percibir, de forma intuitiva y directa, la totalidad y el significado de la psique. La persona con Saturno en IX se siente arrastrada hacia una experiencia directa de lo que denominamos “Dios”. Produce una mente aguda y penetrante. Sin embargo llegará tomando el camino más largo y sólo después de haber experimentado los dos opuestos podrá sentirse libre. Tiene la posibilidad de encontrar respuestas muy valiosas a cuestiones profundas, pero debe hallarlas sin ayuda. Si este planeta estuviera bien aspectado, proporcionará una mente profunda, seria y pensativa, con la habilidad para el estudio de leyes, ciencias y filosofía. Si estuviera afligido, hará a la persona sarcástica, criticona, fanática y de ideas estrechas; también dará tendencia y pérdidas por medio de litigios, peligros en los viajes y disgustos en tierras extranjeras. Saturno en Casa IX promete juicios largos en asuntos legales.

El nativo que tenga a Saturno en Casa X mostrará un espíritu ambicioso y fuertemente confiado en sí mismo. Es el signo del hombre que se hace a sí mismo. Le dará capacidad para elevarse, pero cuando consiga sobresalir será mediante métodos y negocios muy discutibles o fraudulentos, que al final le llevarán a la caída, a la deshonra y al escándalo. Puede deducirse que Saturno en Casa X habla de limitaciones, retrasos y dificultades en el logro de las metas y en la expresión satisfactoria de uno mismo en la comunidad así como de una intensa ambición (frecuentemente inconsciente) y una determinación de ganar, cueste lo que cueste. La madre, suele ser el padre dominante con esta posición de Saturno, aunque a veces sea por la ausencia o muerte del padre, más que por una cuestión de temperamento. A veces la madre es una carga por su mala salud o muere joven. Otros efectos comunes son una intensa cohibición, gran sensibilidad a la opinión pública así como un miedo a fallar y propensión a atraer situaciones que, de alguna forma, son públicamente embarazosas. Suele haber un miedo a sentirse humillado públicamente, lo que produce una tendencia a evitar la popularidad, aunque exista un impulso de igual fuerza hacia la exhibición. A este nativo lo que le importa es la imagen. Profesionalmente, tienen muchas posibilidades de tener éxito, sobre todo por su insistencia y tenacidad. Saturno en Casa X suele darse con mucha frecuencia en las cartas de hombres homosexuales.

El nativo que tenga a Saturno en Casa XI mostrará alejamiento y aislamiento, de hecho, podrá ser etiquetado como un “lobo solitario” que no encaja en el grupo. Le puede resultar difícil establecer amistades casuales y funcionar en el nivel social superficial que tanto valor tiene en nuestra sociedad actual. El grupo que se le ofrece como el “aceptable” no le acoge calurosamente, y raramente se siente parte de una sociedad artificialmente estructurada. Aquí el efecto más común es un sentimiento de profunda soledad, aunque a menudo disimulada. Esta persona suele sentirse fuertemente atraída a estar sola y puede que se aparte de las amistades por miedo a no ser aceptada. Se suele decir que Saturno en Casa XI da pocos amigos pero fieles, y la calidad interesa más que la cantidad. Aquí se cumplirá la profecía de que esta posición acarrea mala suerte con los amigos. El que se aparta tanto y desconfía de los demás, acaba atrayendo algo parecido por parte de la gente. Lo semejante siempre se atrae, y la actitud defensiva común en un Saturno en Casa XI suele provocar defensividad en los demás. Si este planeta está bien aspectado, proporcionará amigos entre la gente de edad pudiente, que serán de gran beneficio para el nativo. Si Saturno estuviera afligido, entonces el nativo deberá tener en cuenta no buscar amigos más viejos que él, porque éstos se esforzarán siempre en servirse de él para sus fines personales y luego abandonarle.

El nativo que tenga a Saturno en Casa XII le dará al nativo una vida recluida en una ocupación donde no se pondrá en contacto con el público en general. Como último signo de la triplicidad de Agua, Piscis simboliza la terminación y plenitud de las luchas emotivas: la unión no con otra persona sino con la vida misma. Esto es la unión mística, tema de muy difícil tratamiento para la gente común centrada en su personalidad. No se exige ninguna batalla, sólo conformidad y devoción. Resulta prácticamente imposible sacar algo en claro de la Casa XII desde un punto de vista estrictamente mundano. Esta Casa es no-material. La sensación de impotencia y de que uno se somete a algo superior se da frecuentemente con esta posición, al mismo tiempo se siente oprimido por una sensación de soledad e impotencia. El sacrificio de las ambiciones materiales suele producirse con un Saturno en la Casa XII y esto es también uno de los significadores más comunes del niño que dedica su vida al cuidado de un padre o una madre enfermos o desamparados a costa de su propio desarrollo. Generalmente, esto no se hace porque deba hacerse (siempre hay alternativas) sino porque existe un profundo sentimiento de culpabilidad, obligación y una comprensión instintiva de que debe hacer algún sacrificio o pagar alguna deuda. Puede llevar al hombre a buscar penitencia a través de la soledad o incluso en el sentido literal religioso, dando como resultado un monje. La riqueza que Saturno en XII puede aportar es la capacidad de servir; no de hacer el “bien” (que no es ningún servicio).

Cuando este planeta está afligido en Casa XII habrá el peligro de verse recluido en la cama por muchos años, aprisionado, o de verse empleado en posiciones oscuras. La Casa XII es una Casa de frustraciones y constantemente sentirán miedo a estar confinados.

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